El Embarazo y la Preeclamsia

Iniciando esta etapa es normal que todas en medio de la alegría y la ilusión que es llevar a tu primer hijo, sintamos miedos. yo,  no fui la excepción y lo primero que hice fue hacerme una primera ecografía para saber si latía su corazón; por fortuna todo iba muy bien! ya solo tenia que esperar a superar los  3 meses para contarte al mundo y vivir mi embarazo al máximo, sin temor de que pasara algo.

Llegando a la semana 12 notaba que aparte de los malestares normales, me estaba hinchando mucho, pero segun la enfermera que te lleva el control  supuestamente era parte de todo «normal» por ser primeriza, cosa que nunca entendí; hasta  la semana 26 todo me salía normal (proteinas, presion arterial, etc.) pero yo estaba mas  hinchada y de subiendo de peso de una manera excepcional; justo al cumplir esa semana todo se alteró, y me dejaron ingresada para hacer la maduración pulmonar por riesgo a parto prematuro.

No saben la tristeza que sentí, no entendia por qué me estaba pasando esto, el coctel hormonal también hacia las suyas, mi familia a kilometros de distancia, mi esposo de viaje y yo poniendo la cara a una situación que nunca esperaba. pero bueno mente positiva y pensar que la medicina para la bajar la tension arterial iba a ayudar y despues de una semana a casa.

la alegria me duro dos dias …. pues regresé para quedarme por un buen tiempo ingresada. la medicación para controlar la presión arterial no surgio gran efecto y ya  mi diagnóstico era la «preeclampsia Grave + CIR III», en palabras más simples que la tensión muy alta empezaba a afectar a los riñones, el hígado y por  el otro lado  el  daño en las arterias de la placenta estaba provocando que mi bebé no creciera y no se alimentara lo suficiente, por ende …. la dos estábamos  en riesgo.!

Mi estancia no fue agradable, pasaba los días entre controles estrictos, monitores con ecografías para evaluar que tanto aguantaba, que tanto las arterias daban de si para mi hija. ya estaba conectada a  una bomba de infusión con medicamentos para protejer el cerebro, llena  de pastillas, brazos como coladores de tantos pinchazos y sinembargo la tensión arterial nunca mejoro, solo estabamos intentando ganar tiempo, para que mi bebe estuviera mas grande, mas fuerte; uno no va a creer pero un dia dentro de mamá es muy importante., cada dia contaba!.

yo lloraba casi todos los dias, no sabia que iba a pasar, ya hasta sonda  vesical tenia puesta, mejor dicho estaba chuzada y conectada por todo lado. pero nunca, nunca perdí la fe de que íbamos a salir de bien de todo esto. cada día que las cosas no mejoran pedía en mi interior que ese fuera el día en que ella y yo nos conocieramos, sabia que ya no podiamos luchar juntas, en un solo cuerpo, si no como dos.

 Y Llegó el día! la ginecóloga y los pediatras decidieron que Ainhoa ​​nacería, fue en la semana 31 +5 días. estaba tranquila, y para variar con la tensión a tope. no me durmieron completa, la anestesióloga me contaba que sucedió detras de aquella manta que no te permite ver,  todo paso a paso lo que me hacían. en ese momento pensaba en cómo seria su carita, en que si me la dejarían ver, en que esto no era lo que habia soñado para las dos, ese momento mágico que todas pensamos cuando nos quedamos embarazadas y entonces ………. . senti un Boooommmmm y nacio mi guerrera !;  al cabo de unos 5 o 10min no lo recuerdo bien, estaba ella al lado de mi cara! ¡Sana, pequeña y hermosa! … le di un beso y se la llevaron.  mi lagrimas brotaban al saber que no podia tenerla entre mis brazos, que se tenia que ir, lejos de mi, a estar sola en una encubadora, sin sentir mis latidos, mi amor, mi voz….

solo podia pensar en recuperación  si ella  estaba bien, si algo le dolía, si estaba sola y que necesitaba estar junto a ella lo mas pronto posible.